Álamos Sonora, fue uno de los primeros lugares en visitar, está situado al suroeste del Estado Sonora, también conocida como «La ciudad de los portales» al llegar allí no quedamos deslumbrados por su arquitectura colonial. La verdad se quedó cortos cuando dijeron que era hermosa.
La primera buena impresión que nos llevamos fue la calidez de su gente. Siempre estaban atentos a darnos información clara y oportuna, para podernos mover en medio de sus estrechas calles.
Justo a nuestra llegada a este ¨pueblo mágico¨, nos recomendaron que fuéramos al mirador. ¡Que allí podíamos pasar la noche! Al principio, habíamos decidido que estaríamos en ese lugar por una sola noche. Pero terminamos quedándonos tres.
Cómo no quedarnos, si teníamos una vista sorprendente de la ciudad. Podíamos ver el sol nacer cada mañana. Y en la noche, nos dormíamos arrullados con el aullar de los coyotes, que se mueven sigilosamente entre sus montañas.
Álamos es un lugar maravillosamente dormido en el tiempo. Le hace honor al ser llamado «Pueblo Mágico» sus calles, su gente y su arquitectura colonial nos atrapo de tal forma que podríamos estar en ese lugar para siempre. Te trasmite una tranquilidad y un sabor de pueblo icónico.
No por nada en los últimos años está siendo colonizada por docenas de veteranos norteamericanos, que vienen a pasar sus últimos años de vida en este apacible lugar.
Caminar por sus calles estrechas y empedradas en medio de balcones enrejados de múltiples colores con inmensos patios, sembrados por una exuberante belleza natural, de jardines de ensueño que rodean el centro histórico hacen que su experiencia sea única.
No puede irse sin visitar su plaza de mercado, la cual ofrece a los visitantes la incomparable ¨sopa de borrego¨. Una de las delicias gastronómicas de la zona.
Por eso quisimos que Álamos estuviese entre nuestros lugares favoritos para visitar.
Cuando comenzamos este viaje sabíamos que nos encontraríamos lugares encantadores, pero sin lugar a duda las palabras no pueden alcanzar a describir este pequeño pueblo de las montañas de Sonora.
Los invitamos a que sigan viajando con nosotros y se enamoren de cada rincón de México, como lo hemos hecho nosotros







